Cada noche, cuando el sol se ocultaba en el horizonte y las estrellas encendían sus brillantes luces, Sally se convertía en una cama aventurera. Se embarcaba en sus propias pequeñas aventuras, donde conocía a los animales del bosque, las flores e incluso los arroyos tranquilos. Siempre quería saber cómo podía ayudar a la naturaleza y hacer del mundo un lugar mejor.
Un día, cuando el sol se despedía en el horizonte, Sally decidió emprender una misión especial. Había oído hablar de la etiqueta Swan, que era una señal de que algo estaba hecho de una manera que cuidaba bien de la Tierra y de toda la hermosa vida que había en ella. Sally sabía que debía descubrir cómo obtener la etiqueta Swan.
Con sus patas de madera, caminó por el bosque y visitó a sus sabios amigos búhos que vivían en las copas de los árboles. Los búhos compartieron su sabiduría con Sally y le hablaron sobre el reciclaje, el uso de materiales que no dañan la naturaleza y ser consciente de la energía. Sally estaba muy contenta de aprender todo esto y llevó los buenos consejos en sus aventuras.
Sally también visitó a los pequeños conejos y habló con ellos sobre plantar árboles y flores para hacer el mundo más verde y feliz. Visitó el lago y aprendió lo importante que era mantener el agua limpia y libre de suciedad para que todos los animales pudieran beberla de manera segura.
Después de muchos días de aventuras y muchos nuevos amigos, Sally sintió que había aprendido todo lo que necesitaba saber para obtener la etiqueta Swan. Llevó todo el conocimiento y el amor que había recibido de la naturaleza y los animales de regreso a su acogedor pueblito.
Sally comenzó a cambiar y se convirtió en una cama aún más mágica. Estaba hecha de materiales reciclados y era cuidadosa con la cantidad de energía que usaba. Tenía pequeños árboles y flores en sus costados que le recordaban pensar en la naturaleza todos los días.
Finalmente, llegó el día en que Sally fue visitada por un amable cisne con una hermosa corona de hojas verdes en la cabeza. El cisne dijo con una voz suave: "Has hecho un esfuerzo tremendo por la naturaleza, querida Sally. Has aprendido cómo cuidar de nuestra hermosa Tierra. Por eso, con gusto te otorgaré la etiqueta Swan."
Sally estaba tan feliz que se sentía como si estuviera flotando en las nubes. Ahora era una cama con la etiqueta Swan, y sabía que había hecho la diferencia. Cada noche, cuando los niños se acurrucaban bajo sus cobijas para dormir, Sally sonreía y pensaba en las maravillosas aventuras que había tenido y en todas las cosas preciosas que había aprendido.
Y así continuó, noche tras noche, con la etiqueta Swan de Sally brillando como una estrella, recordando a todos la importancia de cuidar la naturaleza y soñar con un mundo mejor. Y cuando los niños cerraban los ojos y se quedaban dormidos, Sally susurraba suavemente en sus sueños: "Siempre recuerda cuidar de nuestro hermoso planeta, porque todos somos parte de la gran familia verde."